mil preguntas....

Me dirigí rápidamente a el culto, debía encontrar alguien de suma confianza que cuidara de Emili, al llegar a mi alcoba ella ya se encontraba en mi habitación recostada – que alivio..- dije mientras me sentaba aun lado zullo.

Tome una toalla y la moje con agua tibia para poder limpiar su rostro el cual estaba manchado de sangre, necesitaba que despertara rápido tenia muchas cosas que preguntarle.

"entonces" -dijo amparos- "debe usted velar por la salud de la chica, yo no puedo hacer mas. fue su decision traerla a pesar de ser una accion completamente opuesta a lo que nuestra fe nos dicta".

sin mas, abandono la habitacion cerrando la puerta tras de si.

Sentí a Amparos molesta por mi decisión, pero era la primera vez que sabia algo de mi familia, tenia que preguntarle tantas cosas a esta chica, aunque su alma estuviera por completo manchada de sangre.

Necesitaba encontrar a alguien de suma confianza que pudiera ayudarme con sus heridas, ya que no savia nada de medicamentos ni de medicinas, no solo tenia el problema que no tenia ojos sino también sus brazos y piernas se encontraban mal heridos, al parecer sufrió desasido antes de que perdiera la vista.

Me puse de pie, y arrope a la chica, - muy bien ya es hora!!- dije muy animada tratando de darme fuerzas a mi misma la primera persona que se me venia a la mente era Ilse, Salí de mi habitación y me dirigí a la enfermería necesitaba hablar seriamente con ella.