que comienzen las labores

selene, despues de su oracion matutina para iniciar el dia como su deidad manda, es abordada por socrates, el encargado de repartir la informacion y el tutor de la muchacha. esperó pacientemente en la entrada hasta que terminara su plegaria, sonriendo ante la buena mujer que era la niña que vio crecer.

Termine mis plegarias matutinas, acostumbraba a levantarme muy temprano para poder empezar un buen día, me levante lentamente de mi lugar con una pequeña reverencia, mostrando así respeto a el altar de mi señora, puse mis mano juntas y me di la media vuelta caminando hacia la salida de la capilla, pues ya era hora de poner hacer mis quía seres diarios, alce la vista y junto a la salida había una persona observándome con una sonrisa en su rostro,

Conteste de igual manera con una plena sonrisa, y al quedar casi enfrente a el hice una pequeña reverencia – muy buenos días – dije con un tono de voz cordial.

"buenos dias querida selene, que bueno ver que mantienes los buenos habitos sin importar la situacion. me encantaria platicar pero hay muchas cosas por hacer. tengo tres casos que debes gestionar. una extraña lluvia acida en el embarcadero" -le entrego una carpeta- "se cree que fue forzada. tambien un extraño accidente sin involucrados" -le entrego una segunda carpeta- "no hay victimas ni victimarios. y un tercer caso que es la prioridad inmediata" -le entrego una tercera carpeta- "hubo un doble homicidio con un testigo. si lo estimas conveniente, pide escolta. no es bueno que vuelvas a salir sola".

la mirada de socrates mostraba una ternura y compasion muy acojedora. despues de todo selene es como su hermana menor.

Mire los documentos con cuidado, ahora que estaba completamente a cargo debía ocuparme de todo problema o anormalidad, mire y leí cada una de las carpetas con cuidado, -muy bien dices que esta es la mas urgente- dije mientras serraba todas las carpetas y dirigía nueva mente mi vista a el.

- pero… al menos sabemos donde esta o tenemos a la persona con nosotros que esta como testigo de todo ello- me quede callada por un breve segundo mientras me ponía a pensar por un segundo todo, - y con lo de salir con alguien tienes razón pero me divertí mucho- dije con una sencilla pero amable sonrisa pues no me arrepentía de los sucesos del día anterior. Solo le mire con dulzura y suspire – bien.. entonces me escoltas a la próxima?-

"sera todo un honor para mi hacerle compañia, sere su ayudante y guardaespaldas. con respecto al testigo, fue encontrado desmayado en la escena del crimen pero estaba ileso asi que podria ser el culpable. esta en la comisaria".

socrates le facilito un sombrero. el dia tenia pintas de ser caluroso y muy soleado.

Tome el sombrero y me lo puse, mientras salía de la capilla – si es culpable o es libre de culpa de eso me podré asegurar yo- conteste de manera tranquila mientras caminaba elegantemente hacia fuera de el lugar.

Me detuve, girando un poco mi cuerpo para verle – me llevarías... aun no conozco bien la cuidad...- me quede parada en el lugar esperando que me escoltara con aquel testigo.