consejo divino

en un lugar oculto del vertedero se encontraba el cuerpo inconciente de emili, el cual habia sido puesto a cubierto por un enorme perro negro que la custodiaba. esperaba pacientemente el momento que recobrara el conocimiento, acontecimiento que ocurrio recien pasadas las 21 horas.

Abrí los ojos poco a poco, mi vista se encontraba algo nublada solo podía darme cuenta que ya era de noche, me levante prácticamente de golpe mientras agarraba mi cabeza pues lo cual me dolía demasiado por el maldito golpe que se me proporciono. – maldito mocoso!!!- dije molesta mientras agarraba mi cabeza pues me había provocado un gran dolor de cabeza tremendo. Gire un poco la mirada y había un horrible perro, -h.. hola perrito..- dije con miedo puesto se veía de esos perros bravos , trate de levantarme lentamente tratando de no provocar a el perro.

"hola emili" -respondio el perro- "ya tardabas en recobrar el conocimiento".

brinco a un escombro ubicado a un lado de emili para quedar a una altura acorde a la suya.

"antes que intentes nada, te recomiendo que no intentes atacarme, lo digo por tu bien".

Era el golpe en la cabeza o estaba oyendo hablar a ese perro, - que rayos!!! Ya me volví loca!!- dije mientras me agarraba la cabeza y me reía a carcajadas – eres un perro y hablas ajajjaa realmente ese golpe si me pego duro- dije mientras trataba de controlarme puesto, asta el perro me había amenazado y savia mi nombre.

"habia visto tu caracter peculiar pero enfrentarlo directamente no es nada agradable" -el perro intento hacer un suspiro pero salio algo similar a un alarido- "deberias agradecerme el hecho de salvarte y ademas cuidarte. en fin, no me interesa que lo hagas tampoco, no viene al caso. tengo informacion que te ayudara mucho en tu cruzada por la defensa de tu hermanita".

el perro bajo de la pila de escombros y comenzo a desplazarse en direccion a la ciudad.

"vamos, sino se te hara tarde".

No podía creer que el perro hablara y en ningún momento le tomaría importancias a sus palabras asta que le menciono – que sabes de ella!- dije mientras caminaba juntos el perro pero ahora con otra actitud puesto que me había jurado a mi misa protegerla de todo, este perro será mágico o algo pero si sabe que las dos somos hermanas sabe mas que muchos otros sobre mi.

"bien, empiezas a entender la situacion. me gusta eso, asi podremos ir directo al grano" -se detuvo y se rasco detras de las orejas- "estupidas pulgas. bien, dentro de poco se efectuara una reunion no autorizada de algunos miembros de la triple F, particularmente lo ke tengan algun tipo de rencor o enemistad contra el culto del cual tu hermana es la actual lider. ella es su objetivo, piensan que derribando al lider, aunque no sea la mayor potencia belica, desmoronan al gremio. en parte tienen razon, pero es alli cuando tu entras. adoras matar en nombre de selene, ¿cierto?".

“los desgraciados deseaban matar a mi hermana” – obvio que amo matar y mas si es para protegerla estoy dispuesta asta perder mi propia vida e irme directo a el infierno para que ella pueda seguir sonriendo!!!-, no creí que la situación fuera tan grave aun no estaba enterada de muchas cosas y de lo poco que savia sobre los triple F eran mas que rumores.

- dime que es lo que debo hacer para salvarla…- dije mientras ponía mi mano en su oreja ye le rascaba así quitándole la pequeña pulga que le provocaba la comezón.

"oh si, un poco mas abajo, bien. vete pulga" -bostezo exageradamente- "se van a reunir cerca del garage de los tranvias, en un edificio abandonado. lo que debes hacer es sencillo, impartir terror. matarlos a casi todos antes que reaccionen especificando a viva voz que matas en honor a los cultistas. el resto lo haran los que sobrevivan. en fin, yo me retiro. suerte muchacha".

sin mas, el negro perro se perdio entre los escombros del vertedero.

- muy bien muy bien!- dije mientras ponía mis manos en la cintura tocando un poco mis armas . les are temblar aquellos y a demostrarles que nadie puede ponerle ni un solo dedo a mi hermana- metí mi mano entre mis ropas y saque un collar, papa y mama tenían uno, asta donde sabia ella poseía el de mama, era lo único que me hacia sentir cercana a ella a pesar de que no savia de mi existencia.