La primera Bruja

**Nasty Plot** Vie Sep 02, 2011 2:03 pm

"Erase una vez, un bello y pequeño pueblo ubicado en el borde de un gran rio limitado en el otro extremo por un frondoso bosque. Este pueblo gozaba de buena pesca, frescos y deliciosos frutos del bosque y de buen ganado. Todo un paraíso terrenal. La gente era muy amigable por excepción de una solitaria anciana que vivía en el límite más alejado de la localidad.
Nadie sabía nada de ella, ni de su familia, ni siquiera su edad o su nombre. Todos los que intentaron hablar con ella obtuvieron la misma respuesta: una risa áspera y tierna pero nunca hablaba más de lo necesario. La poca gente que había oído su voz eran los mercaderes quienes aclaraban que solo decía "lo justo y necesario".
Hubo una temporada en que el invierno fue muy crudo y la primavera muy calurosa, siendo la fruta la más afectada por ello. A pesar de tener un mal aspecto, un grupo
de hambrientos niños comieron de ella y cayeron enfermos a la mañana siguiente. Sus síntomas eran de un simple resfrío y gastritis, pero pasada una semana de ser
tratados por el médico del pueblo, no hacían más que empeorar. Estaba claro que se trataba de una enfermedad desconocida para ellos.
Desesperados y sin saber qué hacer, comenzaron a recolectar toda la fruta con apariencia similar para evitar que alguien más se enfermara, pero un grupo de adolescentes
fueron interrumpidos por una voz desconocida hasta ahora mientras hacían la recolección. '¿que harán con esa fruta?'. Era la misteriosa anciana portando una sesta llena
de este fruto. 'la vamos a eliminar abuela, no las recolectes que ponen enfermo a quien las come', le respondieron. Con su cotidiana risa áspera la abuela les pregunto
si acaso alguien la había ingerido y le respondieron que un grupo de niños estaban en muy mal estado. La anciana medito un par de segundos y les dijo 'denme toda esta
fruta descompuesta y yo les doy la cura'. No muy convencidos, los jóvenes le entregaron el saco con la fruta, la anciana lo cogió y les prometió volver en una hora más
con el remedio.
Los muchachos fueron donde el alcalde a contarles lo ocurrido. Con un extraño presentimiento, esperaron al puntual descenso de la anciana quien tenía un jarrón lleno
de un liquido purpura en sus manos. Les dio de beber un trago a los niños quienes en cosa de segundos dejaron de quejarse de sus dolores y lograron al fin conciliar el
sueño. Sorprendidos los habitantes, le preguntaron a la anciana que hizo, quien se limito a responderles con un proverbio: 'se cuenta el milagro pero no el santo'.
Les menciono que fueran mas consiente con la alimentación de sus hijos ya que la fruta a causa del frio se vio infectada y el virus se propago con el calor.
Luego del acontecimiento, cada vez que se presentaba un suceso extraño de salud, acudían a la anciana quien 'mágicamente' les brindaba la pócima precisa para el
malestar. Al cabo de unas semanas el pueblo comenzó a considerarla bruja, le daban ofrendas de alimentos, ganados, ayuda en sus labores y antes de darse cuenta se
había vuelto una parte importante, respetada y admirada del pequeño pueblo.
Años pasaron hasta que el alcalde comenzó a quejarse de fuertes dolencias que no bajaban con ningún analgésico. Como acostumbraban hacer, acudieron con la anciana quien
después de diagnosticarlo les dijo 'tiene un cáncer terminal, una masa peligrosa alojada en su cerebro, su muerte es irremediable'. Los ciudadanos no entendieron muy
bien el mensaje, siendo el cáncer una enfermedad no conocida, dudaron de su criterio al punto de pensar que no quiso salvarlo.
Bastaron un par de rumores mal intencionados, el pronto fallecimiento del alcalde y el encierro de la anciana en su morada para que todo el pueblo se volviese en su
contra. Se realizo una asamblea en la cual se exigió la presencia de la bruja para que justificara sus actos. Ella respondió lo mismo de antes, haciendo mención que
no era su intención no ayudarle, sino que hay cosas que ni ella puede sanar. Furiosos ante la negativa, un ciudadano la acuso de ser ella la que los persuadió con
enfermedades que ella misma trajo al pueblo y por eso no sabían la cura, que ella los sano para obtener su confianza y ahora los asesinaría a todos con una maldición.
Cruelmente decidieron acabar con la vida de la bruja quemándola viva. La anciana no hizo ninguna objeción, solo cerró lentamente sus ojos y sonrió en absoluto silencio.
Esa misma tarde fue atada a un tronco y con antorchas prendieron fuego a la paja ubicada en la base, ardiendo al instante. La anciana no embozo palabra alguna siendo
calcinada en total silencio. Ante ello el pueblo anonadado por tal aceptación a tan cruel muerte, no fue capaz de lanzar ninguna blasfemia en su contra.
Minutos después, cuando todo fue reducido a cenizas, los atormento un fuerte remordimiento por castigar una muerte con otra muerte. El grupo de niños que salvo en
primera instancia, sin comprender el porqué del asunto, fueron a la colina donde se ubicaba el hogar de la anciana pero lo que encontraron los dejó sin palabras. La
colina estaba totalmente vacía, ni rastros de la casa de la anciana, como si nunca se hubiese alzado alguna casa allí. Solo un pequeño cuervo fue lo que encontraron
en el centro de la colina el cual se alejo cuando los niños estuvieron relativamente cerca.
Desde aquel suceso, las enfermedades desconocidas siguieron ocurriendo en el pueblo, mucha gente murió antes de que lograsen generar las medicinas. La historia de la
bruja no fue narrada por la vergüenza y arrepentimiento a la apresurada y errónea acción cometida, solo aquello muchachos salvados por sus pócimas continuaron contando
esta historia la cual, gracias a ellos, está en tus manos."